desempleo.
(De des- y empleo).
paro2.
(De parar1).
1. m. Acción y efecto de parar (‖ cesar en el movimiento o en la acción).
2. m. Interrupción de actividades colectivas por iniciativa de algún grupo social o de una autoridad.
3. m. huelga (‖ interrupción de la actividad laboral por parte de los trabajadores).
4. m. Situación de quien se encuentra privado de trabajo.
5. m. Conjunto de todas aquellas personas que no están empleadas porque no encuentran trabajo. El paro disminuyó en los últimos meses.
6. m. coloq. Subsidio que perciben, o pueden percibir, de acuerdo con la ley, las personas que están en situación de desempleo. Le acompañé a cobrar el paro.
Estos días acude a mi recuerdo una frase que un amigo solía repetir hace ya algunos años, antes incluso de que se manifestase la crisis que llevaba incubándose desde tiempo atrás: «Soy una estadística con patas». Ahora , tras la publicación de la Encuesta de Población Activa, cabría añadir que todas lo somos, y sin embargo, lo que esas cifras representan se resiste a ser representado: la penuria, la ausencia de futuro, la incertidumbre, la impotente sensación de injusticia, la indignación, la resignación, el exilio, la acusación al otro, la desconfianza.
«¡Es el capitalismo, estúpido!»
Como toda representación, que es en definitiva una distancia, las cifras nos alejan, abotargándonos, de la realidad de la que emanan. Pongámosle rostro, uno cercano en el que pueda rechazarse la tentación de mirar hacia otro lado: así, en San Lorenzo de El Escorial, la cifra total de desempleados asciende a 1203 personas, de las que más de la mitad son mujeres (fuente aquí) de un total de 12603 personas en edad de trabajar (dato de elaboración propia a partir de la pirámide de población); supone un aumento respecto al mes de Diciembre de 2011 de un 6.37%. En definitiva, 72 personas más desempleadas. Habrá quien incluso trate de arrogarse un mérito en todo esto recurriendo a la comparación. Desdeñadle: según el Informe sobre Empleo y Situación Social recientemente publicado por la Comisión Europea, un 40% de estas personas, en el caso de San Lorenzo 481, se convertirán en desempleadas de larga duración. Dejarán, más pronto que tarde, de percibir – si acaso tuvieran derecho a la misma- cualquier tipo de prestación.
¿Cómo vivirán?
Las redes de apoyo, principalmente las familias, se agotarán, ya lo están haciendo, por sobrecarga. Desde el gobierno y otras posiciones biempensantes les sugerirán que se hagan emprendedores. Que la reforma (de la esclavitud) laboral está dando ya resultados. O que emigren. O que esperen a las siguientes elecciones a que gane alguno de los partidos de la oposición. En resumidas cuentas, les intentarán engañar, tratarán de hacerles creer que ellos son capaces de asumir íntegramente la responsabilidad de su destino, que no son un producto – de desecho- del sistema ni un ejército de reserva. Que son distintos y ellos no serán jamás «estadísticas con patas».
Desde estas páginas, ante la emergencia social que estas cifras perfilan, entendemos que propuestas como la jornada laboral de 21 horas y la implementación inmediata de la Renta Básica de Ciudadanía son medidas urgentes más necesarias si cabe que nunca y que alternativas locales como el banco del tiempo, los grupos de consumo, el centro social Casa Abierta o los huertos colectivos son iniciativas que, a través del emponderamiento de los colectivos, apuntan en la dirección correcta. Y, por supuesto, proclamando, tantas veces como sea preciso, en las calles, que ni nosotros ni lo nuestro somos mercancías.
Más información:
- «Encuesta de Población Activa. Cuarto trimestre de 2012»
- «Informe sobre Empleo y Situación Social en Europa», Comisión Europea 2012.
- «Parados y pensionistas al borde de la indigencia», Barómetro Social de España, Colectivo Ioé.
- «El drama del desempleo».
- «El mito del emprendedor», J. Rodríguez, Econonuestra.
- «Reforma laboral: crónica de un desastre anunciado», Bibiana Medialdea.
