Otra burbuja es posible: el planeamiento urbano nos amenaza

A pesar de los terribles efectos de la burbuja inmobiliaria, la Comunidad de Madrid y muchos ayuntamientos están tomando posiciones frente a la prevista reactivación económica para volver al modelo del ladrillo. La vía del planeamiento, mediante modificaciones de la Ley del Suelo, rebajas de protección y nuevos y agresivos planes municipales prepara, el terreno para una nueva ola especulativa. Son políticas que benefician solamente a las élites y van directamente en contra del interés general, que reclaman la movilización ciudadana en pos de un nuevo modelo urbanístico y ambiental.

 El pasado 1 de febrero se realizó una charla-debate sobre “Urbanismo y medio ambiente: ¿hacia la próxima burbuja inmobiliaria?”, dentro del ciclo “Otro pueblo es posible” organizado por los movimientos sociales escurialenses.

* Ángeles Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción de Madrid, mostró en su charla (aquí su presentación) que, a pesar del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, los principales partidos políticos mantienen y potencian una ampliación del suelo urbanizable. A pesar de que hoy existe una enorme cantidad de viviendas vacías y de suelo urbanizable sin construir se siguen dictando normas que propician, en cuanto cambie el ciclo económico, una nueva burbuja especulativa y un gran deterioro ambiental. Los ayuntamientos muestran signos de moderación solo aparentes: en sus planes reducen el número de viviendas a construir pero mantienen el volumen de suelo a urbanizar. Es el caso de San Lorenzo que pretendía levantar 7.000 viviendas en la zona de Monesterio y 900 en el casco urbano, mientras que en su último plan –que afortunadamente acaba de ser retirado- reducía la construcción prevista a “sólo” 850 viviendas. Lo que se oculta es que todo el suelo del primer plan continúa calificado como urbanizable, lo que permitiría en un momento futuro desarrollar planes de construcción nsin impedimentos legales.

Las cifras del último censo contabilizan más de 260.000 viviendas vacías en la región, aunque se considera que la cifra real es superior. Además, un 40% del suelo madrileño es urbano o urbanizable (9,86% urbano, 3,79% urbanizable sectorizado, 24,11% urbanizable no sectorizado), 20 de los 36 municipios en la zona del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama tienen nuevos planeamientos con la posibilidad a corto plazo de la construcción de 30.000 viviendas, varios municipios de nuestra zona están a punto de aprobar nuevos planes (ej. Valdemorillo + 6.000 viviendas/Galapagar 3.5000 viviendas).

 Aunque la construcción está en crisis el planeamiento urbanístico no se detiene: actualmente más del 50% de los municipios de la región están tramitando cambios en sus planes, y la mentalidad que los informa es la misma que alimentó la burbuja hasta 2007.

Nieto comentó los repetidos cambios a la Ley de Suelo del 2001 de la comunidad –mediante enmiendas en la ley anual de acompañamiento a los presupuestos-, la reforma de la Ley Forestal, las rebajas en la protección de los espacios protegidos por la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas (la llamada “ley Mazazo”) y la ley de viviendas rurales (Ley VIRUS). Estos cambios han conseguido que la especulación avance sobre suelo que hasta ahora estaba protegido, sea al permitir la construcción de mansiones de 900 m2 en suelo rústico (en terrenos de 6 o más hectáreas, que incluye al 41% del suelo de la región), o reduciendo la superficie de los parques naturales de la región y permitiendo en ellos los usos turísticos, hoteleros y nuevas construcciones.

La coordinadora de Ecologistas en Acción explicó que cambios en la Ley del Suelo significan que, en vez de ceder 120m2 de suelo por cada 100m2 construidos ahora los promotores solamente están obligados a ceder 50m2 (para redes generales y locales: carreteras, parques etc.) algo que da más beneficios pero que reduce los espacios públicos y aumenta el volumen de construcción y la presión territorial. Finalmente, advirtió del peligro de una nueva burbuja en explotaciones turísticas y hoteleras, citando como ejemplos el campo de golf en El Garzo (Las Rozas) y un macro-complejo hípico en Aranjuez.

 Finalmente, insistió en que la nueva burbuja que amenaza a la región son los macroproyectos de carácter turístico, que pretenden desarrollar enormes construcciones y equipamientos con la excusa de vender “entornos naturales” al consumo de masas.

En la ronda de preguntas nos aclaró qué sentido económico tienen estas medidas recalificadoras en estos momentos de crisis: se trata de revalorizar las carteras de suelo que poseen bancos y promotoras, incluso particulares, lo que contribuye a aumentar la riqueza patrimonial y, con ello la capacidad de crédito y endeudamiento (quien posee suelo rústico y se ve favorecido por una recalificación a suelo urbanizable aumenta su patrimonio automáticamente, sin generar ningún proceso económico real).

* Por su parte, Michael Harris de Entorno Escorial señaló las consecuencias sociales y ambientales de este modelo urbanístico, insistiendo en la situación de El Escorial y San Lorenzo. En el primer aspecto mencionó el endeudamiento de las familias hipotecadas, el paro, los desahucios o la crisis del pequeño comercio debido al desarrollo de grandes centros comerciales. En el segundo indicó que el urbanismo en nuestros pueblos ha agotado prácticamente el suelo cultivable (lo que genera una gran dependencia alimenticia), el deterioro de la fauna local, el mayor riesgo de incendios (construcciones en San Lorenzo al borde mismo de grandes pinares) o la alteración de capas freáticas. Señaló que en los últimos años se ha desarrollado una mafia urbanística, en la que coinciden constructores, dirigentes políticos y autoridades municipales, lo que ha producido una preocupante pérdida de calidad de la democracia.

 Reclamó un cambio de orientación de las políticas locales, basada en los siguientes puntos:

  •  Moratoria urbanística: reclasificación cero de suelo.
  • Un nuevo modelo de ciudad basado en la transparencia y la democracia participativa.
  • Fomento de la rehabilitación de viviendas (frente a la nueva construcción).
  • Fomento de la vivienda social en alquiler
  • Realizar un censo de viviendas vacías y aumento del IBI a las mismas.
  • Desarrollar una protección real del Territorio histórico comprendido dentro de la Gran Cerca de Felipe II.

* Finalmente, una representante de la asociación de vecinos ALANA nos mostró la preocupante realidad de las urbanizaciones periféricas, que tanto proliferaron durante el ciclo especulativo. Su caso es el de Montescorial, núcleo situado a 13 kilómetros del casco de El Escorial, que sufre déficit de alcantarillado, problemas con la gestión de residuos, contaminación de aguas, escasa atención del ayuntamiento y de la policía municipal, además de falta de equipamientos públicos.

* La sesión finalizó con un debate entre las personas asistentes, en el que se mencionó la importancia de organizarse para defender los intereses vecinales, la necesidad de difundir ampliamente los problemas existentes, así como la de cambiar la orientación general del planeamiento urbano y las leyes que lo regulan, lo que requiere incidir al menos en el ámbito de las instituciones regionales.

 Fuente: Entorno Escorial y elaboración propia

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